Un presupuesto menguante, poco a poco, la Monarquía española ha ido dando pasos en materia de transparencia en el apartado económico.
Aunque el patrimonio de Juan Carlos I, que tomó la decisión de
abdicar del trono en su hijo Felipe de Borbón y Grecia, sigue siendo un secreto muy bien guardado, sí sabemos que
el presupuesto de la Casa Real ha sufrido en 2014 el cuarto recorte consecutivo. Tras la
congelación de 2010, ha caído desde los 8,89 hasta los 7,77 millones de euros, de los que casi la mitad se destinan a gastos de personal. Un tijeretazo (enmarcado en el proceso general de ajuste duro del país) para la jefatura del Estado que menos recursos consume en la Vieja Europa.
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